Coste de las hipotecas: “decíamos ayer”

AUDIO: Parada de Postas (Onda Cero 15-marzo-2019)

Buenas tardes, Arturo,

Hay frases y tópicos que resultan odiosos y sin embargo resulta inevitable acudir a ellos. Fray Luis de León comenzaba sus clases con la ya conocida: “Decíamos ayer…”.

A raíz de las resoluciones judiciales sobre clausulas suelo, la asignación a la banca de determinados gastos asociados a los contratos hipotecarios y nuevas regulaciones, desde esta sección avanzábamos que debíamos distinguir entre contribuyente formal y efectivo. Resultaba previsible que el aumento de costes para las entidades financieras se trasladara, directa o indirectamente, al cliente final.

El Banco de España, en el documento que analiza los riesgos de la nueva Ley Hipotecaria, advierte ahora que se prevén préstamos más caros y menos accesibles.

Las razones son sencillas y estaban claras desde un principio: por una parte está el hecho de que los bancos deberán asumir mayores costes en la formalización de las hipotecas. En la nueva Ley, el cliente sólo tendrá que asumir los gastos de tasación y los de las copias notariales que solicite. Ante esto, entidades como el BBVA han tomado la decisión de trasladar el incremento de costes a los tipos de interés

Por otro lado, están los límites que fijará la nueva Ley a las comisiones máximas por amortización anticipada de los préstamos de tipo fijo. Hemos de tener en cuenta que esta modalidad de hipotecas está ganando peso por el contexto de tipos bajos y como medio de defensa de los bancos ante posibles demandas futuras.

Por último, el procedimiento de desahucio se endurece y solo será posible cuando el cliente acumule 12 meses de impagos. EL retraso en la recuperación de deudas impagadas supondrá un aumento de coste para las entidades y estas lo trasladaran al precio y/o a las condiciones de concesión.

Resultaba previsible que los cambios normativos, anunciados como aparente defensa de los consumidores, acabarían teniendo un impacto en los resultados de las entidades financieras y que, estas, tomarían medias para recuperarlos.

No debemos olvidar que el actual escenario financiero de tipos bajos, e incluso negativos, supone que la banca debe recurrir a ingresos adicionales para alcanzar la rentabilidad y, por supuesto, minimizar los incrementos de gasto que procedan de nuevas regulaciones.

Arturo, el acceso al crédito no es un derecho, es un contrato donde una parte establece las condiciones y la otra es libre de aceptarlas o no. Sin embargo, no debemos olvidar que un pilar fundamental para el acceso a la vivienda y el sector inmobiliario es un acceso fluido y barato a los préstamos hipotecarios.

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